Cada imagen que compone el rostro de Madre Rosa pone nombre y rostro a las personas que año tras año hacen posible que el legado de nuestra fundadora se mantenga vivo.
Gracias a todas nuestras hermanas que somos la esencia de nuestro carisma y el motor impulsor en cada uno de sus apostolados.Gracias a todo los que firmáis parte de nuestra familia y que con vuestro trabajo y entrega contribuis ha dejar huella en los jóvenes, niños y ancianos.